Por Mariela Castañón
Imágenes: Estudio ¡Cuando la edad cuenta!
Entre los años 2017 y 2023 hubo un promedio tres denuncias al día por violación a bebés, niñas y adolescentes de 0 a 14 años por hombres mayores de 18 años. Este es uno de los hallazgos más relevantes del estudio ¡Cuando la edad cuenta! realizado por la profesora-investigadora, Mtra. Ana Lucía Ramazzini, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso Guatemala), en el marco de las mentorías de la Mesa de Justicia Abierta liderada por el Grupo de Apoyo Xela (GAX).
Conocer esta información genera repudio y frustración, no es posible seguir tolerando esta violencia que se ejerce sobre bebés, niñas y adolescentes. Detrás de cada estadística hay una vida rota, un futuro interrumpido y un proceso de restauración que llevará años, peor aún si no se aplica justicia “pronta y cumplida”.
Otro de los hallazgos que llama la atención de la investigación de Ramazzini es que los hombres jóvenes, entre 18 y 27 años, son mayormente sindicados por violación a adolescentes de 13 y 14 años, mientras que 5 de cada 10 casos de denuncia de violación perpetrada por ellos son desestimados o archivados y únicamente uno de cada 10 casos recibe sentencia. “Es importante resaltar que en denuncias de violación por agresores entre18-22 años, existen 7 casos con estado de conciliación, con adolescentes entre 13 y 15 años”, describe.
¿Cómo es posible que se llegue a una conciliación? Cuando hubo un daño irreparable, que definitivamente marcará la vida de las víctimas. Los agresores sexuales por su parte se mantienen impunes frente a un sistema patriarcal y machista que normaliza sus delitos.
El estudio también arroja luz sobre la intervención que debería tener el Estado en
los cinco departamentos con los mayores registros de denuncias por violación a las víctimas; en orden descendente son Guatemala, Alta Verapaz, Huehuetenango, Petén y San Marcos.
Esta información es valiosa, ojalá el Gobierno implemente acciones contundentes para trabajar en estos departamentos, a través de políticas públicas y prevención de la violencia sexual.
Por otro lado, la investigación contiene un dato preocupante: Se identificaron 19 casos de denuncias por violación de agresores mayores de 70 años, donde 47% de ellos tienen denuncias por violación a primera infancia (0-5 años), 32% a infancia (6-11 años) y 21% a adolescencia temprana (12-14 años).
Este análisis de datos recopilados a través de una ruta metodológica bien diseñada por la investigadora Ramazzini, permite acercarnos a la categoría de masculinidad hegemónica que, según su investigación, implica la imposición de un modelo masculino, donde la violencia contra las mujeres juega un papel principal y se convierte en el sentido común de “ser hombre”, resultando incluso atractivo para otros hombres.
En este estudio se cita a Luis Bonino, uno de los principales teóricos de esta categoría, que señala que la masculinidad hegemónica se configura en torno al dominio, poder y control masculino que atraviesan los procesos de organización social de las relaciones hombre/mujer.
Esta explicación me permite concluir en la necesidad de educar adecuadamente a los niños de nuestros entornos familiares porque es en las nuevas generaciones donde pueden existir cambios significativos para erradicar el machismo y la violencia contra las mujeres.