En los últimos años, las redes sociales se han convertido en un canal de comunicación para denunciar el maltrato infantil, incluso la respuesta de las autoridades puede ser más ágil por la presión mediática.
Por Mariela Castañón
Fotos: MP
Este es el tercero de una serie de reportajes realizados con el apoyo del International Center for Journalists (ICFJ) y de la Organización Mundial de la Salud, en el marco del curso virtual “Prevención de la Violencia en contra de la Niñez”.
El pasado 27 de marzo se hizo viral un video que reflejaba como guardias de seguridad privada de la empresa Cassesa, golpeaban a dos niñas en mendicidad, en el centro comercial Cayalá.
La publicación del video compartido por usuarios de redes sociales permitió que a los pocos días fueron capturados los responsables de las agresiones y que el Ministerio Público (MP) anunciara una investigación.
Así como el caso de las niñas, se han viralizado otros videos captados por vecinos, familiares o conocidos de padres y madres que golpean a sus hijos e hijas, con cincho, con la mano, o los agreden verbalmente.
Juan Luis Pantaleón, jefe de Prensa e Información del MP, admite que el número de denuncias en los últimos tres años, por medio de redes sociales por maltrato a la niñez es mayor, debido a la facilidad para que las personas usen las redes sociales y tengan un teléfono celular.
Según Pantaleón, cuando el MP conoce una denuncia pública en redes sociales, investiga de oficio y no espera a que se presente un procedimiento formalmente, porque considera que hay un delito flagrante.
Los datos generados por el MP hasta el 5 de abril reflejan 769 denuncias interpuestas formalmente por el delito de maltrato contra personas menores de edad, así como 12 personas capturadas por esa sindicación.
Para María Caba, defensora de la Niñez y la Adolescencia de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), las denuncias públicas en las redes sociales son útiles, pero deben existir parámetros para regular cómo se evidencian estos casos, tomando en cuenta que en ocasiones se revela el rostro de la niñez maltratada y por tanto la revictimiza.
La denuncia, el instrumento poderoso de ciudadanos
Stu Velasco, criminólogo y criminalista, considera que la denuncia es el instrumento más poderoso que los ciudadanos poseen para que el Estado reaccione frente a fenómenos delictivos.
Velasco, quien suele usar sus redes sociales para denunciar casos de maltrato y analizar elementos para identificar a quienes agreden a niñas y niños, dice que a través de las redes sociales es posible agilizar el proceso de reacción y atención por parte del Estado, incluso con ello se “evita desenlaces trágicos”.
Por otro lado, Carlos Gómez, subsecretario de Protección de Protección de la Secretaría de Bienestar Social (SBS), opina que es importante que la sociedad guatemalteca no solo denuncie, sino que sea consciente que el maltrato es un delito que provoca secuelas graves en quienes lo sufren.
Combatir el maltrato contra la niñez
Para el criminólogo Velasco, es importante atender las causas que provocan el maltrato, de lo contrario pueden repetirse patrones de violencia. Además, considera que el Estado debe priorizar a la niñez, crear un comité permanente que atienda los problemas de fondo que afectan a la infancia. Agrega, que la Procuraduría General de la Nación debería ser dotada de estructura y capacidad de acción para atender integralmente los abusos que afectan la vida de las niñas y los niños.
La Defensora de la Niñez dice que los patrones culturales están relacionados con el maltrato, donde prevalecen pensamientos como que “los niños no deben lloran porque son machos, no son mujeres, sino agresores”, por tanto, el Estado debe promocionar el respeto y la vigencia de los derechos que asisten a la niñez y a la adolescencia
Gómez, de la SBS, coincide con Velasco y Caba, pero añade que debería existir un ente rector dentro de las mismas instituciones de gobierno para que promocione los derechos de la niñez y los socialice en las escuelas, con la niñez, docentes, padres y madres de familia, para que todos conformen una red de protección de la niñez.
Actualmente, el MP cuenta con el Modelo de Atención Integral de Niñez y Adolescencia (MAINA) que trabaja en conjunto con diferentes instituciones de gobierno y articulan sus servicios para restituir los derechos de la niñez que ha sido afectada por delitos.