Por Moroni Padula
Vivimos en una sociedad indiferente que ve la vida pasar desde sus trincheras. Los precios de la canasta básica están por los cielos, el precio del combustible sube lejos de bajar. La desaparición de mujeres y de la niñez no disminuye, al contrario aumenta cada día, mes y año. Para colmo de males, la reelección de la Fiscal General dejó un desazón en la población guatemalteca. Este nombramiento muestra el deterioro de un sistema desgastado que tiene acostumbrados a los guatemaltecos a la incertidumbre y el desasosiego.
Por otro lado, la actuación de los estudiantes Sancarlistas, es una muestra de resistencia ante la corrupción interna de la cual no quieren ser partícipes. Esto ocurre, tras llevarse a cabo las elecciones de un rector electo por diversos sectores que buscan la permanencia de ciertos actores para sus fines políticos dentro de esta casa de estudios. La valentía del estudiantado universitario deja la puerta abierta para un cambio interno, pero con un claro mensaje para todo el país, que el involucramiento es la única forma de realizar cambios estructurales, económicos, políticos y sociales.
Sin embargo, hay que estar pendientes por los nuevos nombramientos que se avecinan en puestos importantes, para el rumbo del país. En agosto deberá elegirse un nuevo Procurador de los Derechos Humanos, y por otro lado, al nuevo Contralor General de Cuentas, estos son nombramientos vitales para el funcionamiento de la democracia en Guatemala. Hay que estar pendientes y dejar el antagonismo para involucrarnos como sociedad y construir la Guatemala que todos deseamos.
Moroni Padula, nació en Guatemala en 1991. Es profesor en Lengua y Literatura, y actualmente cursa el último año de Comunicación y Letras en la Universidad del Valle de Guatemala. Es cofundador de Editorial Politics, política y literatura íntimamente juntos.