TEXTO Y FOTOS: ASIER VERA

El exsecretario de la Secretaría de Bienestar Social (SBS), Carlos Rodas, es el funcionario de más alto rango acusado de la muerte de 41 niñas y las heridas graves a otras 15 en el incendio del Hogar Seguro Virgen de la Asunción el 8 de marzo de 2017. Es una de las ocho personas contra las que ha iniciado el debate oral y público este 10 de enero en Guatemala casi siete años después de la tragedia.

Aún falta un segundo debate contra otros cuatro funcionarios, quienes están pendientes de la audiencia de Etapa Intermedia. La Fiscalía le acusa de los delitos de homicidio culposo, maltrato contra personas menores de edad, abuso de autoridad, incumplimiento de deberes y lesiones culposas. En la primera sesión del debate, el fiscal de Femicidio, Edgar Gómez, reprochó a Rodas que no hizo nada para impedir los tratos crueles que sufrieron las 56 niñas del Hogar Seguro por parte de los agentes de la PNC que las capturaron tras huir de esta institución el 7 de marzo de 2017.

Las niñas permanecieron durante nueve horas a la intemperie frente al portón del Hogar, donde los policías las agredieron ante la indiferencia del exsecretario de la SBS, según el relato de la Fiscalía, que lo acusa de haber tomado la decisión, junto al resto de funcionarios del Estado que acudieron al Hogar Seguro, de ingresar a las adolescentes a las instalaciones y de disponer en forma conjunta del lugar donde las encerrarían bajo llave: un aula de 7 metros de largo por 6,8 metros de ancho y, por tanto, con menos de un metro cuadrado para cada una de ellas y sin servicio sanitario.

El fiscal señaló que Rodas, “abusando de su cargo, permitió que personal de la PNC, bajo el mando y orden del subcomisario Luis Armando Pérez Borja, ingresara a las instalaciones del Hogar Seguro y también permitió que la PNC se hiciera cargo del sometimiento, ingreso, encierro y custodia de las adolescentes”, cuando la Policía no tenía competencias para ello.

Así, acusó al exsecretario de cometer un “acto arbitrario”, mediante el cual “delegó la función pública que legalmente le correspondía a la SBS, siendo él la autoridad superior de dicha institución y teniendo la responsabilidad de garantizar la atención y el desarrollo integral de las adolescentes”.

Cabe recordar que la jueza en funciones del Tribunal Séptimo de Sentencia Penal, Magda Luz Salazar Pérez, decretó el 29 de septiembre de 2021 el excarcelamiento bajo fianza de Q30,000 de Rodas, quien permanecía en prisión preventiva desde su detención el 13 de marzo de 2017.

En la audiencia en la que se decretó su libertad, el exsecretario de la SBS pidió la palabra y se dirigió mirando a los ojos a las dos madres y un tío de 3 de las 41 niñas fallecidas en el Hogar Seguro a quienes aseguró que “lamento mucho la pérdida de sus familiares porque una vida es valiosa y no digamos la cantidad de adolescentes que fallecieron, pero ante un ser supremo me hinco todos los días y le pido perdón por no haber tenido la capacidad de haberlas garantizado la vida”. Pocos minutos después, dio una entrevista a Nuestras Historias en la que habla del encierro bajo llave de las niñas y defiende que todo se hizo correctamente y que nadie tiene responsabilidad en la tragedia.

Nuestras Historias: ¿Durante estos cuatro años y medio que estuvo en prisión se arrepiente de algo de lo que hizo el 7 de marzo?

Carlos Rodas: Nosotros hicimos lo que humanamente podíamos hacer. Tomamos las decisiones colegiadas con otras instituciones buscando el bienestar de las niñas. A lo que usted le llama encierro nosotros le llamamos albergue. Son dos concepciones totalmente distintas. La decisión de que estuvieran en un aula reducida como se dice no era como un castigo. Nosotros jamás lo vimos como un castigo, sino como una protección porque no había otro lugar, salvo las canchas de fútbol y basketball. Era el mejor recurso o el recurso idóneo para poder estar bajo techo y con abrigo.

Nuestras Historias: ¿Era habitual dejarlas bajo llave?

Carlos Rodas: No. Los adolescentes tienen ciertos protocolos, pero no es habitual encerrarlos. En los hogares de protección duerme una persona adulta cerca de ellos.

Nuestras Historias: ¿Y quién dio la orden del encierro?

Carlos Rodas: En este momento no quiero externar opinión porque es algo que está discutiéndose en el debate y será a través de éste que se establezca si hubo una orden o no.

Nuestras Historias: ¿Le sorprendió la llegada de 100 policías el 7 de marzo al Hogar Seguro?

(El 8 de marzo, en una conferencia de prensa en el Palacio Nacional, Rodas aseguró que “desde el mismo día de ayer, el señor presidente ordenó que se constituyera como refuerzo a la seguridad que ya estaba perimetral (sin armas letales) a más de 100 agentes de la PNC que resguardaron ambos dormitorios”, en referencia al aula y al auditorio en el que fueron encerradas 56 niñas y 43 niños, respectivamente).

Carlos Rodas: La policía aparece en la Ley de Protección Integral de Niñez y Adolescencia como una cuarta o quinta institución, no recuerdo bien ahora, que es parte de ese sistema. La policía no es ajena al tema de protección. Que aquí en Guatemala hubo un conflicto armado y hay antecedentes históricos de represión del Estado no quiere decir que en ese momento la Policía no hubiera podido intervenir como lo hizo porque no llegó a reprimir, ni a disparar, ni a tirar gas. Si algún elemento lo hizo, que le deduzcan responsabilidad, pero yo en ningún momento presencié que llegara la policía con acciones represivas.

Nuestras Historias: ¿Pero estaba permitido que entrara la Policía dentro del hogar de protección y abrigo?

Carlos Rodas: Como le repito, en la Ley de Protección Integral establece que la Policía es parte de ese sistema de protección. Hay circunstancias donde nosotros como Secretaría, por ejemplo, no usamos armas, sin embargo, hay circunstancias como el motín que antecede y da lugar a la tragedia donde sí se utilizaron armas, garrotes, fierros, hubo agresión a trabajadores del hogar y a otros niños que conforman la población del hogar. Y ¿quién ve eso? Si a ti te agreden, ¿tú te dejas? ¿Te defiendes? Eso es lo que hizo parte del personal del hogar, resguardarlos, alejarlos, pero en ningún momento agredirlos, aunque en algún momento había que hacer algunas acciones.

Nuestras Historias: ¿Quién dio la orden de encerrar a las niñas en el aula?

Carlos Rodas: Ese sí es un aspecto discutible en el debate y yo prefiero no externar opinión en cuanto a eso. Pero me siento tranquilo, porque yo no di ninguna orden que tendiera a privar de los derechos y no sé si alguien la dio o no sé si alguien la ejecutó. Yo no di ninguna orden y considero no haber hecho nada que tendiera o que diera a entender que podía pasar esa tragedia. Cada una de las acciones que tomamos e hicimos fue buscando ese interés superior, tanto de las mujeres, como de los hombres y nunca nos imaginamos que se pudiera dar esa tragedia en la forma que se dio, jamás. Si no, hubiéramos tomado las medidas necesarias.

Nuestras Historias: ¿Se siente cabeza de turco de la muerte de las 41 niñas y las heridas graves a otras 15 al ser la persona con mayor rango que fue detenida?

Carlos Rodas: Lamento como le digo una muerte, no digamos 41. Para mí, esto es una tragedia, por supuesto, pero en mi conciencia no me siento como usted lo manifiesta, porque considero que no hice ni una sola acción, como tampoco una omisión que tendiera y que buscara ese resultado (la muerte de 41 niñas y las heridas graves a otras 15). Entonces, en mi conciencia me siento tranquilo, pero sí siento el pesar de las familias y de los familiares de las víctimas de perderlas. Yo no les juzgo. Es algo duro perder, por ejemplo, a un hijo, una hija, un nieto, no me imagino el sentimiento de ellos en una tragedia como ésta.

PIDE PERDÓN, PERO NO ASUME NINGUNA RESPONSABILIDAD

Nuestras Historias: ¿Podría mirar a las víctimas, a las 15 niñas sobrevivientes, y pedirles perdón?

Carlos Rodas: Sí, por supuesto.

Nuestras Historias: ¿Estaría dispuesto a pedirles perdón personalmente?

Carlos Rodas: Sí, lo haría. Si tuviera la oportunidad de pedirles perdón, lo hago sin ninguna orden judicial, ni como parte de una sentencia ni nada. Claro que lo hago, aunque yo no me considero responsable y en mi conciencia esté tranquilo y limpio. Claro que lo haría por humanidad, pero no lo hago como un acto de asumir responsabilidad. Como te digo, soy padre y abuelo e independientemente del tema de responsabilidad y aunque yo no hubiera estado involucrado en esto, lamento esas muertes y me imagino el sentir de las familias, pero tampoco podemos dejar de ver la verdad. Aquí hay muchos testimonios donde a mí ni siquiera me mencionan. Solo por el puesto. A mí me están juzgando por el puesto, no porque yo haya hecho o dejado de hacer algo. Me tocó. No tengo nada que esconder, ni pretendo tergiversar las cosas, lo que he declarado es lo que viví, lo que considero que viví en atención a lo que recuerdo, aunque hay cosas que tal vez se me olvidan.

Nuestras Historias: Vianney Hernández, mamá de una de las niñas fallecidas, ya ha dicho que no puede aceptar su perdón. ¿Entiende que haya familiares que no lo acepten?

Carlos Rodas: Yo les pedí compasión y perdón y respeto su sentimiento. No la puedo obligar a aceptarlo. Yo no lo hago para efectos jurídicos, ni tiene trascendencia para mi audiencia, pero yo me siento más tranquilo y de alguna manera generar esa identificación con ellos, porque a cualquiera nos puede pasar. Mira mi situación, de un día para otro de ser juez a ser juzgado. La vida da vueltas y la solidaridad humana es muy importante. Yo lo comprendo ahora después de haber estado privado: la necesidad de tener gente que te diga que te quiere y gente a quien decirle que los quieres.

Nuestras Historias: ¿Usted era el que tomaba la última decisión o quién tomaba las decisiones en el Hogar Seguro, una vez abandonan el proceso de protección?

Carlos Rodas: Hay un director y un manual de puestos. El director del Hogar Seguro, Santos Torres, me llama y me dice, mirá, me van a matar. Aquí vienen los adolescentes ahora con capucha, tapados y me van a matar, ¿qué hago? Le dije llama a la policía, a los bomberos y a todo lo que le dice su protocolo. Haga lo que el protocolo dice. Efectivamente, pedí auxilio y yo llego tipo cuatro de la tarde y todo eso se empieza a desarrollar como a las once de la mañana, pero yo llego con la idea de resolver y arreglar la situación. En ningún momento llegamos con ideas de represión o castigo. Nunca se nos cruzó por la mente, porque los protocolos no establecen castigos, sino medidas socio educativas y en ningún momento la violencia como un método de disciplinar a los adolescentes.

Nuestras Historias: Usted cuando regresó a su casa ¿sabía que dejaba a las niñas encerradas bajo llave?

Carlos Rodas: No. Yo me retiro en el proceso de ingreso de todos, pero de hombres y de mujeres, porque no eran solo ellas. Hay un grupo de 50 hombres.

Nuestras Historias: ¿En el auditorio se encerraron a los adolescentes varones?

Carlos Rodas: Sí, nosotros ubicamos que se entraran colchonetas donde pudieran dormir y que no durmieran en el piso, básicamente.

Nuestras Historias: ¿Qué papel tuvo la PDH el 7 de marzo? (La exdefensora de la Niñez y Adolescencia Gloria Castro es una de las ocho personas que están afrontando el debate, acusada de los delitos de incumplimiento de deberes y maltrato contra personas menores de edad)

Carlos Rodas: Siempre estuvieron presentes. No hubo una decisión que se tomara en la ausencia de ellas.  Fueron las que nos dirigieron y nos aconsejaron qué era lo que debíamos de hacer, pero como te digo, nadie ordenó un maltrato, ni hacer nada malo.

Nuestras Historias: ¿Pero la PDH aconsejó encerrarlas en el aula?

Carlos Rodas: Encerrarlas no, sino albergarlas en el aula. 

Nuestras Historias: ¿En esa aula en la que se produjo el incendio?

Carlos Rodas: En esa aula, sí. Ellas vieron cuál era el aula. La única área disponible, dijeron.

Nuestras Historias: ¿Y el candado quién lo pone?

Carlos Rodas: Lo ignoro, lo ignoro.

Nuestras Historias: ¿No lo sabe?

Carlos Rodas: No

Nuestras Historias: ¿Se sintieron sobrepasados o agobiados con una situación en la que nunca se habían encontrado en sus cargos y no supieron qué hacer?

Carlos Rodas: Como una institución civil y de protección no podemos estar preparados para ese nivel de agresividad que hubo, la verdad. No estábamos preparados. Teníamos que haber tenido armas o medios disuasivos. Cómo afrontar una situación de esas donde 100 adolescentes se te envalentonan, te confrontan físicamente y no verbalmente y donde la constitución física de muchos de ellos era hasta superior que nosotros.

“NADIE HIZO NADA MALO EL 7 Y 8 DE MARZO”

Nuestras Historias: ¿Se hizo algo mal por parte de las instituciones?

Carlos Rodas: Yo considero que no. Porque yo no vi un solo policía que cometiera un acto de represión o transgresión. La Policía fue agredida, hombres y mujeres, les tiraban comida, palos, piedras, vidrios y también eran agredidos verbalmente. Y yo no vi un solo policía que agrediera a un adolescente, ni a hombres ni a mujeres. Posterior a eso, hubo niñas que relataron que fueron agredidas, pero yo nunca vi eso. No te estoy diciendo que no haya pasado, pero yo no lo vi, yo no lo consentí y, si hubiera visto que están golpeando a alguien, por supuesto que intervengo. Ahora bien, yo no soy jefe de la Policía Nacional Civil. Cada institución era independiente y es responsable de sus actos, pero yo asumir que la policía hizo algo mal y por eso yo soy responsable, no puedo hacerlo. Yo no tengo mando sobre la policía como secretario de la SBS y yo no podía ordenarles a ellos, que tienen sus protocolos y están formados. La Policía tiene sus cuadros, sus formaciones y su academia donde les enseñan sobre todo el respeto a los Derechos Humanos. Como toda institución, puede ser que haya elementos buenos o malos, pero yo en ese momento a mí no me consta que hayan actuado mal.

Nuestras Historias: ¿Alguien hizo algo mal el 7 y 8 de marzo de 2017?

Carlos Rodas: Que yo recuerde no. Ni una sola persona, ni de la policía, ni de PDH, ni de PGN hicieron nada malo.

Nuestras Historias: ¿Ni siquiera la subinspectora de la PNC, Lucinda Marroquín, a quien la Fiscalía acusa de tardar nueve minutos en abrir la puerta del aula incendiada en la que estaban encerradas las 56 niñas?

Carlos Rodas: Yo tampoco estaba ahí. Yo no estaba obligado a estar ahí. Dentro de mi manual de funciones no es estar en los centros.

Nuestras Historias: ¿Si Lucinda Marroquín hubiera abierto la puerta liberando a las 56 niñas, usted no estaría en este proceso penal?

Carlos Rodas: No te puedo asegurar eso, no sé. Lo que sí te digo es que, si yo hubiera estado ahí, pues yo sí hubiera abierto. Por supuesto, hubiera estado abierto.

Nuestras Historias: ¿Considera que usted, la subsecretaria de Protección y Acogimiento, Anahy Keller, y el director del Hogar Seguro, Santos Torres, estaban preparados para los puestos que ejercían en la SBS?

Carlos Rodas: Yo he estudiado incluso en el extranjero. Mi defensor se refirió a mi doctorado y mi maestría. Para una Secretaría de Niñez, considero tener la formación.

Nuestras Historias: ¿Tenía algún tipo de formación en materia de niñez?

Carlos Rodas: En niñez, sí. Hice cursos específicos sobre derechos de niñez en la escuela de estudios judiciales. Dentro de los cursos que uno recibe en el Organismo Judicial, donde laboré más de 20 años, te forman para ser juez de cualquier rama del derecho: derecho penal, derecho laboral, derecho tributario, derecho civil, derecho de familia y derecho en niñez. Todos los jueces que se gradúan o pasan al grado de juez de instancia están capacitados para ver todas las ramas del derecho en Guatemala. Entonces, a mí también me formaron para ver derechos de niñez y, por tanto, considero que sí estaba capacitado para el puesto.

Nuestras Historias: ¿En algún momento el expresidente Jimmy Morales se puso en contacto con usted o se ha sentido abandonado por parte del anterior Gobierno?

Carlos Rodas: No hay ninguna obligación ni legal, ni jurídica, ni social. Yo no soy amigo de él y entré a la administración por mi formación y por mi capacidad. Sobre todo, tomaron en cuenta mi tiempo de ser juez (fue juez del Tribunal B contra el Femicidio), pero con él no me une ningún vínculo de amistad o de familiaridad y, por tanto, no espero nada. Mi responsabilidad o no en esto es individual y no dependo para nada de Jimmy Morales, ni tengo comunicación con él.

Nuestras Historias: ¿Cómo vivió el 8 de marzo? Porque usted el 7 de marzo se fue a su casa y el 8 de marzo le llaman por teléfono para decirle que ha sucedido esa tragedia. ¿Qué es lo que se le pasa por la cabeza cuando le llaman y le dicen que ha habido un incendio y hay niñas muertas?

Carlos Rodas: Yo llego a mi casa tipo cuatro de la mañana porque nos retiramos del Hogar Seguro aproximadamente a las tres. ¿Por qué se me critica que yo haya llegado al Hogar cuando hay tanto funcionario en el Ejecutivo y cuando sucede una situación así en su Ministerio o en su Secretaría no llegan y mandan a empleados? Y yo que llego a asumir y a estar con el director, con otros empleados y con los adolescentes se ve mal cuando lo que se pretende es ser responsable. ¿Quieres que te diga qué fue lo que yo sentí cuando vi la noticia en televisión? Yo caí de rodillas en mi casa. Sabía que era algo grave y apenas iban cinco o seis víctimas tal vez, pero yo no lo creía. Es imposible, si las dejamos bien, pues. Me habían informado diez minutos antes que les estaban pasando el desayuno y que a los diez minutos tenían ahí un incendio. Entonces, me tocó, no puedo hacerme a un lado de esto, hay que establecer responsabilidades y hay que llevar a cabo un debate, por supuesto.

Nuestras Historias: ¿Qué espera del debate? ¿Espera salir libre de todo cargo?

Carlos Rodas: Estoy dispuesto a someterme al imperio de la ley y voy a seguir dando la cara humildemente. De parte de nosotros nunca ha habido la interposición de un recurso, ni un obstáculo al desarrollo de este juicio y del debate. Si ustedes son objetivos, deberían de publicar realmente quiénes son los que han obstaculizado este desarrollo y yo quiero tener la oportunidad de defenderme en el debate, eso es lo que espero del Estado y del Organismo Judicial. No estoy pidiendo privilegios, nunca los he pedido. Lo que quiero es objetividad, no solo de los juzgadores, también de ustedes (periodistas) que han sido bien duro con nosotros y tú bastante.

“LO QUE HICIMOS FUE EN BIENESTAR DE LAS NIÑAS”

Nuestras Historias: ¿Por qué tiene la sensación de que los medios de comunicación le atacan?

Carlos Rodas: Estás platicando con gente civilizada y madura y eso te da una idea de cómo fuimos nosotros esa noche. No se nos cruza por la mente el tema de hablar de castigos, como que nosotros hubiéramos estado molestos o con la intención de darles a estas adolescentes un tipo de sanción. Para nada, en absoluto. Lo voy a decir en el debate: en ningún momento llegamos con ánimos de ira si mi función ahí era protegerlas. Según mi raciocinio, lo que hicimos fue en bienestar de ellas y ellos.

Nuestras Historias; ¿Cómo fue la vida en la cárcel?

Carlos Rodas: Te cambia la vida de un día para otro. Pierdes todo como ser humano, aunque hay cosas buenas, porque creces espiritualmente y te acercas más a la familia. Tus prioridades te cambian, pero considero que, si tomas bien este proceso y que es la voluntad de Dios que pases ciertas pruebas, tienes que salir siendo una persona mejor. Matamoros es una cárcel durísima, donde la población está mezclada y tienes que compartir con todos.

Nuestras Historias: ¿En algún momento lo amenazaron por su condición de juez?

Carlos Rodas: Sí hubo problemas por mi condición de juez, aunque gracias a Dios, nunca me encontré a alguien que yo hubiera condenado.

Nuestras Historias: ¿Cómo afronta la libertad tras cuatro años y medio encarcelado?

Carlos Rodas: Ya vieron que, a pesar de considerarme a mí como una persona a la cual se le atribuyen cosas graves, tengo mi corazoncito y mis sentimientos.  Me he visto también afectado al igual que los familiares de las víctimas. Todos hemos perdido en esto. Son cosas que no podemos recuperar: el tiempo con la familia, las vidas de las víctimas, la salud de las víctimas, pero de igual manera para mí no ha sido fácil esto y espero que entiendan esa parte. Soy ser humano, tengo mis sentimientos y tengo gente a la que quiero y gente que me quiere y ha sido un desgaste en todo sentido, porque yo no estoy acostumbrado a que se me atribuyan hechos delictivos y puedo decirle que cada una de las instituciones que están aquí me conocen. Sabían de mi trayectoria, aunque me están juzgando ellos. Yo lo entiendo claramente, pero lo que hemos querido decir aquí con la defensa es que a mí no me conocen por ser un transgresor de la ley, ni un violador de los Derechos Humanos. Está la tragedia y yo no la puedo esconder ni tapar el sol con un dedo, pero no es algo de lo que me alegro. Jamás hubiera querido por mí y por mis hijos ser conocido o pasar a la historia como un transgresor ni de la ley y mucho menos como responsable de la pérdida de la vida de las víctimas.